Evan Penny / Esculturas Vivas
By Juan Pablo Colin
Nacido en Sudáfrica, pero nacionalizado Canadiense, Penny estudió arte en la Alberta Collage of Arts en Canadá. Desde 1991, el escultor ha elaborado un amplio currículum de exhibiciones y ferias en Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, España, Alemania, Colombia e Italia. La fuerza de sus esculturas hiperrealistas han dado que hablar en el circuto de arte internacional. “Supe al momento de tomar mi primera clase de escultura figurativa, en segundo año, que tenía que encontrar mi propio medio. Es difícil explicar por qué tomé este camino en particular, pero creo que debe ser la combinación de trabajar la arcilla, el cuerpo humano, la tridimensionalidad y el proceso de observación que me fascina”. Es este juego de límites entre realidad y réplica lo que Evan Penny propone, construyendo modelos humanos del doble del tamaño natural, utilizando silicona, pintura, pelo y aluminio, exagerando y magnificando los detalles y las sutilezas de la piel. Con ello, el artista sorprende con una minuciosa técnica que empuja los límites de la representación entre la bi y la tridimensionalidad. Junto con ello, Penny experimenta con los que podrían considerarse como errores en la fotografía digital, llevándolos al plano del realismo escultórico en una forma distorsionada. Al respecto señala: “Mi interés está en situar perceptivamente la escultura entre cómo nos vemos en la realidad espacio-temporal y el modo en que imaginamos nuestro equivalente en una representación fotográfica; reflejándonos, cambiándonos de lugar, confundiéndonos y realizando lecturas anticipadas”.
Modelos Imaginarios
El resultado son formas humanas estiradas, difusas y manipuladas en su espacio que mantienen un meticuloso detallismo que las hace parecer modelos de personas reales. Sin embargo, cada obra es imaginaria y no tienen un referente en particular, enfatizando de este modo el concepto de mutabilidad identitaria y corporal. "No creo que esté proponiendo una realidad per-se. Mi últimos personajes han sido totalmente imaginarios y cuestionan básicamente la autoridad de la ‘imagen’ y nuestra relación con ella”, explica el sudafricano.
Su obra da la impresión de ser un espejo que acentúa los rasgos hasta niveles fascinantes y temibles al mismo tiempo. La asombrosa técnica fue adquirida por el artista trabajando en efectosespeciales para el cine y la televisión. Por ejemplo, fue responsable de construir un modelo post- mortem del presidente Kennedy para la película “JFK”.
El Proceso de Creación
El proceso de creación es lento y tedioso: “Hay un gran número de etapas de trabajo que se deben cumplir. La arcilla, el molde, la pigmentación, el implante, el vestuario y el montaje. Ya no llevo registro de las horas que me demoro, pero para una pieza de tamaño promedio me demoro alrededor de 200 ó 300 horas”, cuenta.
Así, y en un primer estado, el artista forma modelos en arcilla sobre los cuales dibuja y esculpe los detalles que luego conformarán arrugas y líneas de expresión. A partir de eso, crea una impresión de goma que servirá como modelo para las primeras capas finas de silicona. La más exteriores, serán trabajadas por el escultor para dar forma a defectos de la piel, lunares, marcas y otras características similares. Luego de eso, siete capas más irán incluyendo el color de la piel, bolsas debajo de los ojos y profundidad. Este primer proceso concluye con el endurecimiento de la obra mediante la aplicación de resina líquida y fibra de vidrio antes que el molde sea removido. Luego, el artista utiliza un plástico colorido de uretano que sirve para dar forma a los ojos y fijarlos en una posición que resulte realista para el espectador. Para concluir, se implanta individualmente el pelo que irá en la barba, las pestañas, cejas y cabeza, siendo éste el proceso más lento de producción. Ya sea que miren hacia delante o hacia atrás, las esculturas de Penny dan la impresión de ser fotografías en tres dimensiones, pero al mismo tiempo aplastadas contra un muro o junto a líneas de perspectiva. Lo que más resalta a simple vista, es el marcado interés del autor por la figura humana:
“En el plano de observación y representación, el cuerpo humano es una constante fuente de fascinación y desafío. Además, es un reflejo de cómo nos entendemos y, por lo tanto, sus implicancias son potencialmente infinitas”, sentencia el artista.